Aunque cualquiera pueda pensar que los Príncipes de Asturias solo frecuentan exclusivos locales, fuera del alcance del resto de los mortales, la verdad es que Felipe y Letizia también disfrutan de restaurantes más económicos, y de vez en cuando tienen antojos mundanos.
Este viernes, sin ir más lejos, Felipe y Letizia disfrutaron de las delicias culinarias de la comida mexicana en un pequeño restaurante de Pozuelo, acompañados de otros cuatro amigos, y ante la atónita mirada del resto de clientes del local.
Los Príncipes estuvieron en el restaurante hasta las 1:30 de la madrugada, donde degustaron platos tan típicos de México como las quesadillas, el ceviche, los frijoles, los nachos, las enchiladas y los chilaquiles.
Letizia, de negro y con el pelo suelto, presidió la mesa y fue el centro de atención durante toda la velada, ya que no paró de hablar, según declaró a Vanity Fair uno de los comensales.
También hubo bebida en la cena, e incluso el Príncipe Felipe, que es más aficionado a los gintonics, se sumo a la ronda de daiquiris con el que el grupo de amigos cerró la velada.