Puebla es una ciudad de ángeles

La ciudad de Puebla, oficialmente llamada Heroica Puebla de Zaragoza,  es una de las urbes más importantes de México,  la cuarta en población, que cuenta con una desarrollada industria y un elevado número de estudiantes  debido a la gran cantidad de universidades y centros docentes. 


Es también el lugar donde se llevó a cabo la Batalla del 5 de mayo y donde los mexicanos vencieron a los franceses invasores afirmando su soberanía. Puebla se fundó en 1531 y es considerada por la UNESCO, Patrimonio Cultural de la Humanidad.


Asombra la armonía y belleza de su arquitectura; la catedral es un ejemplo. Se comenzó en  1575 y se concluyó en el siglo 17, la cúpula y las torres son las más altas de México.


Biblioteca Palafoxiana


En su interior se aprecian las amplias naves, en forma de crucero, los altares barrocos, laminados en oro, el coro trabajado en fina ebanistería y su colosal órgano, cuya música anima las misas especiales.


Desde el atrio se puede caminar a la Biblioteca Palafoxiana, fundada hacia 1648, por el Obispo Juan de  Palafox y Mendoza, gran coleccionista de libros y donador de la mayoría de los documentos  que alberga la Biblioteca.


Al entrar, impresionan los mármoles y los anaqueles de madera que alojan más de 6 mil ejemplares. Es la colección de libros antiguos  más importantes de America Latina.


La Capilla del Rosario es otra maravilla arquitectónica del barroco novohispano. Su  interior cubierto de estuco blanco y laminado en oro, parece un enorme alhajero con ángeles que se entremezclan con las volutas doradas.


Caminamos por la Calle de Santa Clara donde estaba el convento de las monjas clarisas  que elaboraban deliciosos dulces, hoy se mantiene la repostería tradicional a través de tiendas especializadas en confituras y golosinas.


La arquitectura poblana se destaca por las decoraciones de cerámicas y azulejos llamados de Talavera. Un bello ejemplo es la casa del Museo Universitario que guarda la Pinacoteca Colonial.


Otra casa de estilo típico es la Casa de Alfeñique, del siglo 18,  que posee una ornamentación recargada con aplicaciones de cerámica  estilo poblano.


En la plaza del Zócalo, desde el palco de Palacio  Municipal, se preside la ceremonia del 5 de mayo y se inicia el desfile que llega hasta al Fuerte de Loreto, sobre el cerro, donde se libró la famosa batalla.


El desfile es la mayor  conmemoración de esta fiesta patria. Todo Puebla se engalana, participan autoridades nacionales y locales, bandas de música y el entusiasmo del pueblo.


Una de las atracciones más frecuentadas es la visita a los Fuertes de Loreto y de Guadalupe. El Fuerte de Loreto fue edificado en l815 y actualmente es un importante Museo Militar.  El Fuerte de Guadalupe, de l816, cobijaba una Capilla a la Virgen, que se destruyó cuando la batalla. Hoy se conservan los altos muros, el foso y se reconstruyó el templo. 


En este histórico lugar se libró la batalla de Puebla, el 5 de mayo de 1862, cuando el ejército francés, enviado por Napoleón III, emperador de Francia, invadió el territorio nacional. Las tropas mexicanas bajo las órdenes de un joven militar llamado Ignacio Zaragoza, defendieron heroicamente la ciudad.


Banderas, flores y globos, vendedores y músicos forman parte de la colorida fiesta, por supuesto, no falta la degustación de “antojitos mexicanos.”


Gastronomía poblana y artesanías


No puede irse de Puebla sin probar las delicias de su cocina, una fusión de la comida  prehispánica y española.


Es famoso el típico “mole poblano”, una salsa a base de chocolate y especias. Los “Chiles en Nogada” son otra especialidad, así como las chalupas y el pipian verde. 


Para los postres se recomienda los dulces de Santa Clara, las frutas cristalizadas y los camotes, rociados de rompope.


Puebla es un importante centro de cerámica y azulejos.  Los talleres de cerámica surgieron en la época colonial. Los procedimientos prehispánicos se perfeccionaron con la llegada de maestros ceramistas españoles  y con los conocimientos de las porcelanas de China.
Los artesanos mexicanos  usaron diseños originales, bellos ornamentos y aprovecharon la técnica española compitiendo con  la cerámica de Talavera de la Reina, en Toledo, España.


 La tradición se ha conservado a través de los siglos y, actualmente, Puebla exporta cerámicas poblanas a todas partes del mundo. Los talleres y fábricas se pueden visitar y se puede observar su elaboración d.


Bellos alrededores

Un paseo muy interesante en los alrededores de la bella ciudad es la Zona Arqueológica de Cholula, con la Pirámide de Cholula y el Museo del Sitio. En el complejo arqueológico se observa  la superposición arquitectónica precolombina y la edificación española.


Hay, además, 400 iglesias y capillas en la región. Desviándose de la ruta principal se llega a la Iglesia de San Francisco Acatepec, levantada en el siglo 17 y obra maestra del barroco mexicano.


Otra excelente muestra del  arte novohispano es la Iglesia de Tonantzitla, del siglo 16, realizada por indígenas evangelizados que crearon una muy mexicana iconografía,  donde ángeles morenos se mezclan con frutos tropicales y guardas multicolores.


El valle de Puebla está custodiado por imponentes volcanes, entre ellos el majestuoso  Popocatépetl, en cuyas faldas esta la ciudad de Tehuacán, famosa por sus manantiales de aguas minerales.


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