Tocar el cielo es fácil. Simplemente hay que subir por la escalera rocosa de Peña de Bernal, un monolito grisáceo de más de 288 metros de altura que conduce directamente a una fina cortina de nubes.
Querétaro es el Estado mexicano afortunado en albergar este regalo de la Naturaleza que repunta en el municipio Ezequiel Montes –localizado a 54 kilómetros de la capital del país– y que actualmente es considerado como uno de los referentes más importantes para la práctica de rapel y escalada, no sólo en México, sino a nivel internacional, pues la Peña de Bernal es el tercer monolito más grande del mundo después del Peñón de Gibraltar, en el mar Mediterráneo y el Pan de Azúcar en Río de Janeiro, Brasil.
Para subir por esta escalera al cielo existen distintas opciones para el visitante que está dispuesto a desafiar las leyes de gravedad. La más clásica es la caminata; los arriesgados, con piernas de acero, no despreciarán la oportunidad de remarcar los músculos al crujir de los senderos rocosos y arbolados.
Una opción más pacífica es subir en coche hasta el mirador acondicionado especialmente para disfrutar del panorama del pueblo y las regiones más cercanas a Peña de Bernal. Ver desde lo alto la puesta del Sol es una de las actividades casi obligatorias para quien está de visita en Querétaro.
Adrenalina en ascenso
Es momento de limpiar los pulmones, de llenarlos con aire limpio y fresco. La Peña de Bernal es tan sólo el inicio de la cadena montañosa de la Sierra Gorda que atraviesa gran parte de Querétaro y Estados vecinos, como San Luis Potosí, Guanajuato e Hidalgo.
Estudios científicos indican que en un principio la Peña de Bernal era un volcán que tras una erupción, “su masa volcánica se solidificó al contacto con la superficie, conformando un monolito que posteriormente fue transformándose por la acción de la lluvia y el viento”, se explica en el sitio oficial de la Secretaría de Turismo de Querétaro.
Este gran monumento natural carga consigo más de 20 millones de toneladas de roca sólida, mismos que siguen intactos desde el periodo jurásico en el que se cree nació el peculiar monolito.
Desde las faldas
Antes de emprender el camino hasta la cima de la Peña de Bernal, las faldas de este monolito ofrecen un paraje digno de los dioses más ancestrales. La plancha de tierra fresca que aquí respira y da firmeza a la hermosa montaña, da pie a actividades recreativas para toda la familia, desde la tradicional venta de artesanías y antojitos mexicanos hasta los paseos guiados para conocer la flora y fauna de las entrañas del coloso.
Previo a extirpar las energías físicas en el ascenso a la montaña hay que visitar el popular Castillo, una construcción de arquitectura virreinal que data del siglo XVII. Postrado en el Centro Histórico del pueblo, este inmueble es particularmente famoso por su torre que presume a un reloj de origen alemán que recuerda la llegada del siglo XX.
Al interior del inmueble está el Museo de las Máscaras con una exhibición artesanal producida por los lugareños: las máscaras elaboradas de papel, cartón y yeso, que remontan al vocablo hñahñu “xita” que significa “el viejo, el que guarda el orden de la danza”.
A escasos pasos está la Capilla de las Ánimas, mejor conocida como las “Animitas” en honor a las almas que atraviesan por el purgatorio; lo más destacable de este punto es el diseño de su atrio y altar, además del foro teatral al aire libre. No menos importante es la Capilla de la Santa Cruz, donde la tradición queretana dicta realizar una peregrinación en rodillas hasta los interiores del pequeño santuario.
De fiesta y antojo
Para conocer el corazón de la localidad hay que probar los platillos exóticos de la región, como las gorditas, los huevos de hormiga, pollo con mole, camote con azúcar y leche, así como los panes de calabaza y nuez.
Las fiestas del pueblo son en enero; mientras que para el 21 de marzo miles de personas se reúnen las faldas de la Peña de Bernal para disfrutar del equinoccio primaveral.
Si ya ha llegado a este mágico lugar, no pierda la oportunidad de llevar un “recuerdito”: ropa y artículos de lana, tapetes y chamarras; artesanía de barro, dulces de leche, cacahuate, biznaga y queso.
Toma nota
Cómo llegar
Tome la salida hacia Lagos de Moreno y pase por Zapotlanejo y La Barca hasta llegar al entronque de Vista Hermosa (Michoacán), para seguir por Ecuandureo, La Piedad, Pénjamo (Guanajuato), Abasolo y San Ignacio de Rivera hasta llegar a la entrada de Irapuato. Siga hacia Silao y Celaya, camino que le guiará a Villa del Pueblito (Querétaro).