Después de mucho tiempo volvimos a este restaurante mexicano de la calle Santa Clara (junto al Parque Bulevar) en Santa Cruz de Tenerife. Lo conocimos en su época del Parque La Granja e íbamos con bastante frecuencia porque en él encontrábamos comida mexicana tradicional bien hecha. Cuando se mudaron al nuevo local, mucho más pequeño y modesto, fuimos un par de veces y no nos convenció. Ahora, después de un tiempo, pensamos que habrían recuperado su antigua cocina, porque han conseguido sobrevivir a esta época de cierres y decadencia del sector. Y lo que nos encontramos fue que han mantenido la cocina tradicional pero bajando la calidad.
Pedimos una ensalada de nopales, muy buena, y luego machaca (huevos revueltos con carne y cebolla), que estaba muy encebollada, con muy poca carne; para terminar pedimos tinga (carne con tomate y cebolla) y otra vez nos encontramos con un montón de cebolla con muy poca carne y todo cubierto de salsa de tomate. Las tortillas de maíz para acompañar y el arroz estaban más o menos como siempre y los frijoles refritos, con mucha salsa y poco frijol.
Pedimos para beber vino tinto y nos trajeron directamente uno sin ofrecernos la posibilidad de elegir. No sé si tenían más; de todos modos no estaba mal.
Salimos con la sensación de que habían engordado los platos con mucha cebolla y no es eso lo que uno paga. Nos cobraron veintitrés euros por persona.
Les convendría mejorar los fallos si quieren mantener la clientela o aumentarla. No hay buenos restaurantes de este tipo, que no sean franquicias, en la zona de Santa Cruz y La Laguna y les podría ir mucho mejor con pocos cambios.